viernes, 25 de diciembre de 2020

2020, UNA NAVIDAD DIFERENTE...

 



Esta Navidad será diferente, como lo ha sido todo el año. Nada ha sido normal, hemos visto nuestras vidas irrumpidas por el coronavirus, y nada ha sido como quisiéramos. Esta Navidad será diferente, pero también especial.

Diciembre es el mes del año en que todo el planeta se pone de fiesta. Comienzan vacaciones, celebraciones, encuentros y sobre todo aromas, olores y sabores especiales. Sólo cerrar los ojos e imaginar diciembre es esbozar una sonrisa mágica en el rostro. De alguna manera llegar a diciembre es cómo ser un guerrero valiente que supo atravesar todas las circunstancias adversas de los demás meses, y diciembre es navidad. Una posibilidad de volver a empezar con más fuerza y entusiasmo. Los árboles vestidos con sus luces, los niños escribiendo sus cartas a Santa Claus, las galletas de jengibre, las ofertas de las tiendas departamentales, el reencuentro con familiares que viven lejos. Me encanta diciembre.

Sin embargo, 2020 ha sido un año muy peculiar.

Este año no ha sido nada normal: Nada ha sido sencillo este año, hemos sufrido, hemos perdido a seres queridos, nos hemos visto obligados a mantener distancia los unos de los otros, en todos los países hemos sufrido los efectos del covid-19. Sin duda podemos señalar que a nivel global, el año 2020 fue complicado muy para la humanidad. Por otro lado, a nivel individual, pese o a causa de todo lo ocurrido, muchos hemos podido encontrar orden, poner limpieza a nuestras casas, relaciones, afectos, establecer límites, marcar espacios y crear. 

Una Navidad complicada: Navidad no escapa de este contexto. Las pérdidas humanas, las economías quebradas, y las personas aisladas son personajes que no entran dentro de nuestro cuadro navideño, y, no obstante, deberemos aprender a lidiar con ello. Habrá muchos árboles encendidos sin la posibilidad de colocar presentes debajo de ellos; sillas vacías, platos sin comida o menos alimentos, muchas personas solas, y tristeza por doquier; y aún así podemos celebrar navidad. Aun así, hay motivos de celebración: Si estamos vivos, más que nunca nos debemos la celebración, incluso cuando no sea de la forma que soñamos. 

Navidad es en el inconsciente colectivo el nacimiento de nuestro hermano Jesús, de nuestro hermano mayor, quién vino a iluminar nuestras partes dormidas para recordarnos que debemos amarnos los unos a los otros. Paralelamente al sufrimiento humano, las personas también somos capaces de aprender de la experiencia. Y este año no tiene por qué ser una excepción. ¿Qué te enseñó el covid-19? Si hoy por hoy pensar en las fiestas y en los protocolos te genera fastidio, piensa un instante: ESTÁS VIVO. Es cierto que tal vez no puedas reunirte con todos los que quisieras, o proceder a dar los besos y abrazos característicos de las navidades, pero ¿quieres volver a darlos y sentirlos alguna vez? Seguro que sí; y hoy toca, ser consciente de las circunstancias excepcionales en las que vivimos, y de que al cuidarte tú también cuidas a quienes amas. 

Los abrazos se han reemplazado con el codo a codo, y observa algo; codo a codo es una hermosa expresión de apoyo mutuo y solidaridad. El universo nos dice que tenemos que andar codo a codo, que quizás anduvimos muy distraídos en nuestros propios temas sin tener en cuenta al prójimo y ahora que no tenemos prójimo porque estamos en distancia social, su ausencia sirve para reflexionar.

MI QUERIDO DIOS...




Mi querido Dios amigo y protector, vengo a ti con una inquietud en mi corazón.

Quiero pedirte, este año en especial, que nos concedas a todos tu gran protección.
Que no permitas la enfermedad, que alejes el coronavirus de nuestras vidas,
que nos concedas paz y tranquilidad, sabiduría y paciencia para hacer lo correcto y actuar de forma precavida. 

Que no tengamos motivos de lamentarnos más adelante, que demostremos el amor que nos tenemos en los cuidados que nos damos y en lo mucho que estamos dispuestos a sacrificarnos los unos por los otros. 

Bendice estas fiestas, que no es un año normal.
Y haz por favor, Señor que esta también pueda ser, pese a todo lo que hemos vivido, una feliz Navidad. 

Amén

UN AÑO MÁS PASÓ...



Como en un abrir y cerrar de ojos, un año más pasó... parece mentira, pero el tiempo de Navidad ya está aquí... Ya llega el tren de Navidad, hay que comenzar a decorar... pero en especial, pensar en las personas: amigos, familia, compañeros... todos los que nos importan; porque a nuestros ojos son especiales, les queremos y deseamos lo mejor para ellos.

Les deseamos paz, descanso y mucho bienestar... que disfruten y se rían con las cosas más sencillas, que nunca les falte amor y cariño en sus vidas, que siempre tengan en quien apoyarse, y con quien hablar... 

Éxito en todo cuanto hagan, estudios, trabajo o proyectos. Que siempre exista un motivo para sonreír, tener ilusión, y para volver a contactar con quienes les hacen bien. Por eso has recibido este mensaje, porque pensé en ti. Viene la Navidad y quiero lo mejor para ti. Que sepas que tú me importas, y te deseo una feliz Navidad. 

Es mi deseo que sonrías al recibir este mensaje. Que te sientas especial. Que sientas un poco de cariño... y que empieces esta Navidad con amor e ilusión. ¡FELIZ NAVIDAD!

PRIMER SALUDO DE NAVIDAD



Quiero desearte una muy feliz Navidad. Este es mi primer saludo para ti.
¡Feliz Navidad! No sé si soy la primera persona en felicitarte, o si ya se me adelantaron... pero quiero que sepas que te deseo una feliz Navidad. Las personas a las que quiero y amo han de saberlo... y tú eres una de esas personas, al menos para mí. 

Deseo que cada día sepas apreciar lo bella que es la vida, así como la Navidad. Que el amor de tus seres queridos siempre te acompañe. Que nunca te falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer. Deseo que no pares de soñar, no dejes de creer y no te olvides de disfrutar. Que disfrutes de la Navidad con quien más felicidad traiga a tu vida. Te deseo paz, salud, amor, alegría y mucha felicidad. Quiero lo mejor para ti, ahora en Navidad, y siempre. Que sepas que siempre podrás contar conmigo. Aquí estoy yo para lo que quieras, como verdaderos amigos. 

No siempre podré ofrecerte el mejor regalo de todos pero si recibes de mí paz, amor y comprensión... siento que algo valioso sí te habré dado. ¡Feliz Navidad!