Amiga, esta carta te la escribo con todo el cariño que por ti siento…

Siempre has estado disponible para mí... en el lugar preciso, tomando mi mano en momentos de dolor, tomando mi mano en momentos de tristeza y yo te lo agradezco tanto… tanto… que no sé como pagar este cariño que me das.
Solamente puedo pagarte con mi amor, con mi confianza, con la ternura que me despiertas cuando a media noche me llamas para preguntarme cómo estoy…
¡Te quiero amiga!
Te quiero con todo mi corazón y sólo le pido a Dios que nunca te aparte de mi lado, porque sé que sin ti mi vida sería triste.

¡Te quiero mucho amiga mía!
Esta carta te la escribo porque estando acostada pensé en ti y me levanté de mi cama para escribírtela y enviártela envuelta en todo el cariño que te tengo... Ya la leerás mañana, mientras tanto, aquí te dejo todo mi cariño de amiga, de hermana y te dejo mil bendiciones.
Gracias por tu amistad,
te quiero amiga mía.