miércoles, 3 de septiembre de 2014

LO QUE VALE EL TIEMPO


Tan importante es un segundo como una hora, en trabajo, en amistad, en productividad, en hacer algo bueno con nuestra vida.

Para darse cuenta del valor de un año: preguntarle a un estudiante que ha fallado en un examen final.

Para darse cuenta del valor de un mes: preguntarle a una madre que ha dado a luz a un bebe prematuro.

Para darse cuenta del valor de una semana: preguntarle al editor de un diario semanal.

Para darse cuenta del valor de una hora: preguntarle a amantes que esperan para verse.

Para darse cuenta del valor de un minuto: preguntarle a quien ha perdido el tren el ómnibus o el avión.

Para darse cuenta del valor de un segundo: preguntarle a una persona que ha sobrevivido de un accidente.

Para darse cuenta del valor de un milisegundo: preguntarle al competidor que ha ganado una medalla de plata en las olimpiadas.

El tiempo no espera para ninguno.

Atesora cada momento que tengas. Lo atesoras más cuando puedes compartirlo con alguien especial. Dios nos dio el Don de la Vida, el cual es temporal. Es decir cuando nacemos a esta vida humana, lo único seguro que tenemos es la muerte. Cada segundo es irrepetible. Por eso, vive el momento, y mejor aún, vive en la Gracia de Dios.

SI ME VOY ANTES QUE TU (Reflexión)



Si me voy antes que tú, no llores por mí ausencia; alégrate por todo lo que hemos amado juntos.

No me busques entre los muertos, en donde nunca estuvimos; encuéntrame en todas aquellas cosas que no habrían existido si tú y yo no nos hubiésemos conocido.

Yo estaré a tu lado, sin duda alguna, en todo lo que hayamos creado juntos: en nuestros hijos, por supuesto, pero también en el sudor compartido tanto en el trabajo como en el placer, y en las lágrimas que intercambiamos.

Y en todos aquellos que pasaron a nuestro lado y que, irremediablemente, recibieron algo de nosotros, y llevan incorporado -sin ellos ni nosotros notarlo- algo de ti y algo de mí.

También nuestros fracasos, nuestra indolencia y nuestros pecados serán testigos permanentes de que estuvimos vivos y no fuimos ángeles, sino humanos.

No te ates a los recuerdos ni a los objetos, porque dondequiera que mires que hayamos estado, con quienquiera que hables que nos conociese, allá habrá algo mío. Aquello sería distinto, pero indudablemente distinto, si no hubiésemos aceptado vivir juntos nuestro amor durante tantos años; el mundo estará ya siempre salpicado de nosotros.

No llores mi ausencia, porque sólo te faltará mi palabra nueva y mi calor de ese momento. Llora, si quieres, porque el cuerpo se llena de lágrimas ante todo aquello que es más grande que él, que no es capaz de comprender, pero que entiende como algo grandioso, porque cuando la lengua no es capaz de expresar una emoción, ya sólo pueden hablar los ojos.

Y vive. Vive creando cada día, y más que antes. Porque yo no sé cómo, pero estoy seguro de que, desde mi otra presencia, yo también estaré creando junto a ti, y será precisamente en ese acto de traer algo que no estaba, donde nos habremos encontrado. Sin entenderlo muy bien, pero así, como los granos de trigo que no entienden que su compañero muerto en el campo ha dado vida a muchos nuevos compañeros.

Así, con esa esperanza, deberás continuar dejando tu huella, para que, cuando tu muerte nos vuelva a dar la misma voz, cuando nuestro próximo abrazo nos incorpore ya sin ruptura a la Única Creación, muchos puedan decir de nosotros: si no nos hubiesen amado, el mundo estaría más triste.

martes, 2 de septiembre de 2014

MIGAJAS DE AMOR? NO GRACIAS


Todos vamos por la vida buscando la felicidad, pero muchas veces, por miedo, nos estancamos en la vida con una relación que nada bueno nos trae. Insistimos tanto en tener compañía que no vemos que muchas veces sólo nos dan migajas de amor, cariño o amistad.

Hay ciertas fechas y situaciones que nos hacen sentir más soledad y preguntarnos “¿Por qué no puedo tener un amor o a alguien que me escuche?”.

Pero no, no nos pongamos tan melancólicos, pensando de forma negativa… porque con esa actitud sólo encontraremos cualquier cosa cuando en realidad nos merecemos todo, y no de a poco sino a manos llenas.

No pensemos que el amor de otra persona es la solución a nuestra soledad; no es así, podemos ser felices con las cosas pequeñas como leer, escribir, tomar el café con una amiga,cosas sencillas de la vida.

No necesitamos las sobras de nadie.
Si nos van amar que nos amen con todo lo nuestro,con lo bueno y lo malo, un amor sincero, una amistad auténtica, eso es lo necesario de la vida.

Buscar cariño y amor nos puede llevar a cometer muchos errores. Es bueno recordar que para poder subir muchas veces caemos, no hay que desmoralizarse porque debemos ser fuertes y la vida está llena de tropiezos.

No te deprimas si ves que vuelves a caer muchas veces con las mismas personas, es una ley de la vida: caer y levantarse.

Pero esta vez levántate con mucha dignidad y no te permitas recibir“migajas de cariño”.

Para amar sólo se necesita dos personas, las parejas de tres nunca podrán ser felices porque dañarán por más que piensen que llevar una vida doble es fácil -no lo es- y ¿por qué no te vas a merecer que alguien te ame sólo a ti?

Te lo mereces, y si hay alguien que está leyendo esto y está viviendo este tipo de carencias de amor ¡¡Cuidado!!, hay que saber pararlas, y tenemos que querernos más a nosotros mismos que a las otras personas.


Todo se resume en lo siguiente:

Nos merecemos TODO y no partes del otro. Alguien que sume y no que reste en nuestras vidas.
Todo o nada, así debe ser el amor.