Reír es arriesgarse a parecer un tonto.
Llorar es arriesgarse a parecer un sentimental.
Buscar al otro es arriesgarse a comprometerse.
Expresar los sentimientos es arriesgarse a ser rechazado.
Exponer los sueños ante una multitud es arriesgarse a ser ridículo.
Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Avanzar ante obstáculos abrumadores es arriesgarse a fracasar.
Pero se deben correr los riesgos porque el peligro más grande en la vida es no arriesgar nada.
La persona que no arriesga nada, no hace nada, no tiene nada, no es nada.
Podrá evitar el sufrimiento y la tristeza, pero no puede aprender, sentir, cambiar, crecer ni AMAR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario