lunes, 18 de enero de 2021

POR MI CUMPLEAÑOS QUIERO




Que inevitablemente pasan los años, es verdad. Que importan si son bien vividos, es verdad. Que vamos aprendiendo en el camino, es verdad. Que me siento mejor que nunca, es VERDAD y digo: es solo un año más; un año que será mejor, nadie lo puede negar. 

Hoy es mi cumpleaños. He Tenido muchos mensajes de los amigos de siempre, de los que lo recordaron por casualidad, y de mi familia.

Y en vez de agradecerle a la vida por estar conmigo todo este tiempo, aún tengo algo que pedirle: Quiero mi combo de 365 días para sonreír, mis 365 noches para soñar, mis 12 meses para fechas importantes, mis 52 semanas para estar con quienes quiero, unos cuantos fines de semana para escapar de la rutina, unos domingos en la mañana para perecear, minutos para tenerte presente y un segundo para trascender.

viernes, 25 de diciembre de 2020

2020, UNA NAVIDAD DIFERENTE...

 



Esta Navidad será diferente, como lo ha sido todo el año. Nada ha sido normal, hemos visto nuestras vidas irrumpidas por el coronavirus, y nada ha sido como quisiéramos. Esta Navidad será diferente, pero también especial.

Diciembre es el mes del año en que todo el planeta se pone de fiesta. Comienzan vacaciones, celebraciones, encuentros y sobre todo aromas, olores y sabores especiales. Sólo cerrar los ojos e imaginar diciembre es esbozar una sonrisa mágica en el rostro. De alguna manera llegar a diciembre es cómo ser un guerrero valiente que supo atravesar todas las circunstancias adversas de los demás meses, y diciembre es navidad. Una posibilidad de volver a empezar con más fuerza y entusiasmo. Los árboles vestidos con sus luces, los niños escribiendo sus cartas a Santa Claus, las galletas de jengibre, las ofertas de las tiendas departamentales, el reencuentro con familiares que viven lejos. Me encanta diciembre.

Sin embargo, 2020 ha sido un año muy peculiar.

Este año no ha sido nada normal: Nada ha sido sencillo este año, hemos sufrido, hemos perdido a seres queridos, nos hemos visto obligados a mantener distancia los unos de los otros, en todos los países hemos sufrido los efectos del covid-19. Sin duda podemos señalar que a nivel global, el año 2020 fue complicado muy para la humanidad. Por otro lado, a nivel individual, pese o a causa de todo lo ocurrido, muchos hemos podido encontrar orden, poner limpieza a nuestras casas, relaciones, afectos, establecer límites, marcar espacios y crear. 

Una Navidad complicada: Navidad no escapa de este contexto. Las pérdidas humanas, las economías quebradas, y las personas aisladas son personajes que no entran dentro de nuestro cuadro navideño, y, no obstante, deberemos aprender a lidiar con ello. Habrá muchos árboles encendidos sin la posibilidad de colocar presentes debajo de ellos; sillas vacías, platos sin comida o menos alimentos, muchas personas solas, y tristeza por doquier; y aún así podemos celebrar navidad. Aun así, hay motivos de celebración: Si estamos vivos, más que nunca nos debemos la celebración, incluso cuando no sea de la forma que soñamos. 

Navidad es en el inconsciente colectivo el nacimiento de nuestro hermano Jesús, de nuestro hermano mayor, quién vino a iluminar nuestras partes dormidas para recordarnos que debemos amarnos los unos a los otros. Paralelamente al sufrimiento humano, las personas también somos capaces de aprender de la experiencia. Y este año no tiene por qué ser una excepción. ¿Qué te enseñó el covid-19? Si hoy por hoy pensar en las fiestas y en los protocolos te genera fastidio, piensa un instante: ESTÁS VIVO. Es cierto que tal vez no puedas reunirte con todos los que quisieras, o proceder a dar los besos y abrazos característicos de las navidades, pero ¿quieres volver a darlos y sentirlos alguna vez? Seguro que sí; y hoy toca, ser consciente de las circunstancias excepcionales en las que vivimos, y de que al cuidarte tú también cuidas a quienes amas. 

Los abrazos se han reemplazado con el codo a codo, y observa algo; codo a codo es una hermosa expresión de apoyo mutuo y solidaridad. El universo nos dice que tenemos que andar codo a codo, que quizás anduvimos muy distraídos en nuestros propios temas sin tener en cuenta al prójimo y ahora que no tenemos prójimo porque estamos en distancia social, su ausencia sirve para reflexionar.

MI QUERIDO DIOS...




Mi querido Dios amigo y protector, vengo a ti con una inquietud en mi corazón.

Quiero pedirte, este año en especial, que nos concedas a todos tu gran protección.
Que no permitas la enfermedad, que alejes el coronavirus de nuestras vidas,
que nos concedas paz y tranquilidad, sabiduría y paciencia para hacer lo correcto y actuar de forma precavida. 

Que no tengamos motivos de lamentarnos más adelante, que demostremos el amor que nos tenemos en los cuidados que nos damos y en lo mucho que estamos dispuestos a sacrificarnos los unos por los otros. 

Bendice estas fiestas, que no es un año normal.
Y haz por favor, Señor que esta también pueda ser, pese a todo lo que hemos vivido, una feliz Navidad. 

Amén

UN AÑO MÁS PASÓ...



Como en un abrir y cerrar de ojos, un año más pasó... parece mentira, pero el tiempo de Navidad ya está aquí... Ya llega el tren de Navidad, hay que comenzar a decorar... pero en especial, pensar en las personas: amigos, familia, compañeros... todos los que nos importan; porque a nuestros ojos son especiales, les queremos y deseamos lo mejor para ellos.

Les deseamos paz, descanso y mucho bienestar... que disfruten y se rían con las cosas más sencillas, que nunca les falte amor y cariño en sus vidas, que siempre tengan en quien apoyarse, y con quien hablar... 

Éxito en todo cuanto hagan, estudios, trabajo o proyectos. Que siempre exista un motivo para sonreír, tener ilusión, y para volver a contactar con quienes les hacen bien. Por eso has recibido este mensaje, porque pensé en ti. Viene la Navidad y quiero lo mejor para ti. Que sepas que tú me importas, y te deseo una feliz Navidad. 

Es mi deseo que sonrías al recibir este mensaje. Que te sientas especial. Que sientas un poco de cariño... y que empieces esta Navidad con amor e ilusión. ¡FELIZ NAVIDAD!

PRIMER SALUDO DE NAVIDAD



Quiero desearte una muy feliz Navidad. Este es mi primer saludo para ti.
¡Feliz Navidad! No sé si soy la primera persona en felicitarte, o si ya se me adelantaron... pero quiero que sepas que te deseo una feliz Navidad. Las personas a las que quiero y amo han de saberlo... y tú eres una de esas personas, al menos para mí. 

Deseo que cada día sepas apreciar lo bella que es la vida, así como la Navidad. Que el amor de tus seres queridos siempre te acompañe. Que nunca te falte un sueño por el que luchar, un proyecto que realizar algo que aprender, un lugar donde ir y alguien a quien querer. Deseo que no pares de soñar, no dejes de creer y no te olvides de disfrutar. Que disfrutes de la Navidad con quien más felicidad traiga a tu vida. Te deseo paz, salud, amor, alegría y mucha felicidad. Quiero lo mejor para ti, ahora en Navidad, y siempre. Que sepas que siempre podrás contar conmigo. Aquí estoy yo para lo que quieras, como verdaderos amigos. 

No siempre podré ofrecerte el mejor regalo de todos pero si recibes de mí paz, amor y comprensión... siento que algo valioso sí te habré dado. ¡Feliz Navidad!

viernes, 18 de diciembre de 2020

A MEDIDA QUE PASAN LOS AÑOS

 



medida que pasan los años descubrimos que si tan sólo los seres humanos nos esforzásemos en ser personas de bien, con grandeza en el corazón y el alma, este mundo que nos trae de cabeza, sería mucho mejor.
También he aprendido que damos valor a lo que no lo tiene, y las cosas importantes las dejamos de lado. La vida te enseña que no es mejor persona el que todo lo tiene, sino el que es bondadoso de corazón. Todos buscamos ser amados y apreciados, y al no conseguirlo caemos en el error de comprar el cariño de los demás. 

Mi padre decía que el respeto se gana, y que al fijarnos en una persona lo hiciéramos con la mente abierta y el corazón más frio que caliente. 

Y sí, según pasan los años así lo voy confirmando: conviene alejarse de las personas egocéntricas, aquellas que viven halagándose a sí mismos. Por el contrario, es sabio rodearse de personas que te pongan a ti primero antes que nada. Nada ni nadie debe darse el lujo de tratarnos como de su propiedad, ni de hacer con nosotros lo que ellos quieran. 

El amor se debe dar así sin más, de lo contrario no es amor. Este mundo no es perfecto, las personas no lo somos, y por ello hay que tener mucho cuidado de a quién entregamos nuestro amor y confianza, tiempo, esfuerzo y sacrificio. Porque la persona que recibe eso de ti, debiera ser alguien que no piense sólo en sí misma, debe ser alguien que se alegre de tus logros y te preste sus brazos cuando caes. Debe ser alguien que esté siempre a tu lado, no sólo para lo bueno sino también en los peores momentos. Si te entregas en cuerpo y alma a alguien que no sea así, caerás y al hacerlo tendrás que levantarte sola. Una relación así no te conviene nada, porque te lleva a ser quien siempre da, recibiendo algo sólo cuando las cosas estén bien. 

NADA de apegos, nunca son buenos, porque al apegarte a alguien siempre estarás dependiendo de esa persona para todo. Si algo quieres, ve a por ello: que nada ni nadie te lo impida, pues tú sabes qué es lo que te conviene y qué mereces. Hay que ser buenas personas, conviene amar, pero sin apegarse tanto como para perder la voluntad propia. 

Sé fiel a ti mismo. Sé la persona que siempre querías ser, vive conforme a tus propios criterios, a lo que a ti te hace feliz, no a lo que los demás piensan que te haría feliz. Si quieres amar, ama libre y plenamente, no te avergüences de decir “te quiero” o abrazar a quien te dé la gana, de reír hasta que te duela la panza y decir garabatos si te parece que sería lo que se merece quien está contigo. No vivas de forma reprimida, y aunque esto parezca un poco fuerte, sólo con los años aprendemos que no tenemos por qué callar cuando debemos hablar. 

Busca alcanzar tu propia independencia. Tu seguridad no debe depender de otros, has de encontrarlo en ti mismo, no dependas de otros para saber que nada te faltará. No hay nada más loable que conseguir las cosas por tus propios medios, sé independiente: nadie necesita a nadie, lo que queremos todos es que nos amemos con nuestros fallos y aciertos, pero sin que nos aprisionen ni tampoco aprisionar a nadie; sólo así sabrás que el amor está en cada uno, y no es obligado. 

Evita las relaciones tormentosas, ya tenemos la suficiente madurez para saber escoger. Muchas veces nos dejamos llevar por cosas superfluas que no aportan nada en nuestras vidas, y demasiadas veces rechazamos e ignoramos a personas que valían la pena, personas que igual incluso nos llegaron a amar pero que las apartamos de nosotras por trivialidades y cosas que con el tiempo te das cuentas de que no eran tan importantes como a su tiempo creímos. El tiempo nos lleva a darnos cuenta de que demasiadas veces el buen juicio se nos nubló al dejarnos llevar por las apariencias. 

Aprendamos de los errores cometidos. El pasado ya no se puede cambiar, para eso ya es tarde… sin embargo sí podemos aprender a hacer caso a nuestro corazón y a pensar antes de actuar; los años nos traen arrugas pero también sabiduría. Sé que nunca seremos las mismas personas de antes y que también lloramos y nos arrepentimos de no haber hecho tal o cual cosa, mas nunca es tarde para recapacitar, pensar y realizar cambios en nuestra vida. Pero antes que dejarnos llevar por el momento como en nuestra juventud; pensemos bien las cosas, si hace falta meditemos muchos días o semanas, pues ahora sabemos que los pasos importantes pueden llevarnos tanto a la felicidad como a la tristeza. 

A medida que pasan los años, es verdad, quizás no somos las de antes, pero a nuestro modo, habremos alcanzado más belleza, inteligencia y madurez. Ahora seamos personas que se sienten seguras de sí mismas, personas sabias que no se dejan llevar sino que saben lo que quieren.
Igualmente, veamos a las personas tal como son, no sólo por lo que tienen o lo que no poseen. Pues la vida nos enseña que eso carece de importancia, que hay más felicidad en tener a alguien que sólo sea bondadoso pero que esté siempre a nuestro lado.

AMIGOS FELIZ NAVIDAD

 


Mis mejores deseos para cada uno de ustedes. Les quiero, son importantes para mí, que esta Navidad, sean realmente felices. 

Los amigos son un tesoro, un hermoso regalo de la vida, y en estas fechas navideñas, pensando tanto en regalos... me vienen a la cabeza pensar en cada uno de ustedes, amigos, familiares, y tantos más... 

¡Feliz Navidad!
Me pondré el gorrito de Papa Noel, mi bufanda de Navidad, y a cantarles a todos que les quiero, y que les deseo, una muy feliz Navidad.